RADIO 4 ANGELES

miércoles, 24 de febrero de 2010

JESUITAS-2

EL EXTREMO JURAMENTO DE LOS JESUITAS.
Yo, ___________________, Ahora, en la presencia del Omnipotente Dios, la bendecida Virgen Maria , el bendecido Michel, el Arcángel, el bendecido Santo Juan el Bautista; los santos Apóstoles San Pedro y San Pablo y todos los santos y anfitriones sagrados del cielo, y a usted, mi Padre Espiritual, el General Superior de la Sociedad de Jesús, fundada por San Ignacio Loyola, en la Pontifica de Pablo el Tercero, y continuado al presente, por el útero de la Virgen, la matriz de Dios, y el bastón de Jesucristo, declara y jura, que su santidad el Papa es el Vicegerente de Cristo y la Verdadera y Única Cabeza de la Iglesia Católica o Universal a todo lo largo de la tierra; y que por la virtud de las llaves que atan y desatan, dadas a su santidad por mi Salvador; Jesucristo, él que tiene poder para destronar a los reyes, príncipes, estados libre o asociados y a gobiernos heréticos, todos siendo ilegales sin su confirmación sagrada y que ellos puedan ser destruidos sin riesgos.
Por lo tanto con todo mi poder, Yo defiendo y defenderé esta doctrina y el derecho y costumbre de Su Santidad, en contra de todos los usurpadores de la autoridad herética y Protestante o cualquier otra, especialmente la Iglesia Luterana de Alemania, Holanda, Dinamarca, Suecia y Noruega, y la actual presumida autoridad de las iglesias de Inglaterra y Escocia, y las sucursales de las mismas que actualmente están establecidas en Irlanda y sobre el Continente de América y en otras partes; y todos los partidarios que se estiman ser usurpados y heréticos, oponiéndose a la sagrada Iglesia Madre de Roma.
Yo ahora renuncio y reniego cualquier lealtad que sea debida a cualquier rey, príncipe o estado herético nombrado Protestante o Liberal, u obediencia a cualquiera de sus leyes, magistrados o funcionarios.
Yo además declaro que las doctrinas de las iglesias de Inglaterra y Escocia, de los Calvinistas, Hugonotes y otros con nombres de Liberales o Protestantes sean condenables, y que ellos mismos sean maldecidos y que todos sean maldecidos, quienes no lo abandonen.
Yo además declaro, que Yo ayudaré, asistiré y aconsejaré a todos o cualquier de los agentes de su Santidad en cualquier lugar adonde quiera que Yo esté, en Suiza, Alemania; Holanda,. Dinamarca, Suecia, Noruega, Inglaterra, Irlanda, o en América, o en cualquier otro reino o territorio que Yo vaya, y haré lo posible para aniquilar a los Protestantes heréticos o doctrinas Liberales; y para destruir todas sus facultades presumidos, reales o de otra clase.
Yo además prometo y declaro, que a pesar de que Yo fui dispensado para presumir cualquier religión herética, para propagar los intereses de la Madre Iglesia, para guardar y mantener en secreto y privado todas las consultas de sus agentes que de vez en cuando, tal como ellos me puedan encargar, y no divulgar, directamente o indirectamente, por palabra, escritura o cualquier circunstancia; sino para ejecutar todo lo que sea sugerido, dado por cargo o descubierto para mí, por usted, mi padre espiritual o cualquier de este sagrado convento.
Yo además prometo y declara, que Yo no tendrán opinión o voluntad propia, o cualquier reservación mental, aun como un muerto o cadáver, {perinde ac el cadáver} pero que sin vacilar, obedeceré cada y todo mandato que Yo puedan recibir de mis superiores en la Milicia del Papa y de Jesucristo.
Que Yo iré a cualquier parte del mundo, donde quiera que sea. Me pueden enviar a las regiones congeladas del Norte, a las ardiente arenas del desierto de África, o a las selvas de India, a los centros de civilización de Europa, o a las guaridas silvestres de los bárbaros salvajes de América, sin murmurar o estar descontento; y ser sumiso en todas las cosas, de lo que sea, comunicado a mí.
Yo además prometo y declaro que Yo, cuando la oportunidad se presente, haré implacable guerra, en secreto o abiertamente, contra todos los herejes, Protestantes y Liberales, así como Yo sea mandado hacer, para extirpar y exterminarlos de toda la faz sobre la tierra; y que Yo no perdonaré ni edad, sexo o condición; que yo colgaré, quemaré, derrocharé, herviré, despellejaré, estrangularé y enterraré vivo a estos herejes infames; que desgarraré los estómagos y las matrices de sus mujeres y aplastaré las cabezas de sus infantes contra las paredes, a fin de aniquilar para siempre su abominable raza.
Que cuando lo mismo no se pueda hacer abiertamente, yo usaré en secreto una taza con veneno, el cordón estrangulador, el acero del pontífice o la bala de plomo, sin considerar el honor, el rango, dignidad, o, autoridad de la persona o las personas, cualquiera que pueda ser su condición en la vida, ya sea pública o privada, tal como Yo a su debido tiempo, sea dirigido hacer por cualquier agente del Papa o Superior de la Hermandad de la Santa Fe, de la Sociedad de Jesús.
En la confirmación de tal, he aquí dedico mi vida, mi alma y todas mis facultades corporales; y con esta daga que Yo ahora recibo, Yo suscribiré mi nombre, escrito en mi propia sangre, como testimonio de esto; y si Yo compruebo ser falso o débil en mi determinación, que mis hermanos y compañeros soldados de la Milicia del Papa que corten mis manos y mis pies, y mi garganta desde oreja a oreja, que abran mi barriga y la quemen con azufre, con todo el castigo que puede infligirse sobre mí, que mi alma sea torturada por demonios para siempre en un infierno eterno!
En todo lo cual, Yo, ____________________, juro por la bendecida Trinidad y bendito Sacramento, que Yo ahora voy a recibir, para desempeñar y que de mi parte guardaré inviolablemente; llamando a todo anfitrión celestial y glorioso del cielo para testificar estas mis intenciones verdaderas para guardar este mi juramento.
En el testimonio de esto Yo tomo este Sacramento más santo y bendecido de la Eucaristía, y testifico el mismo adicional, con mi nombre, escribo con el punto de esta daga sumergió en mi sangre propia y selló en la cara de este convento santo.
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Item 2 of 3
LCCN Number: 66-43354
Call Number: BX3705 .S56 (Rare Bk. Coll)
Author: Sherman, Edwin Allen, 1829-1914, ed. and tr.
Title: The Engineer Corps Of Hell
Published: [San Fransisco 1883]
Description: 320, 11p. 18 cm.
Subject: Jesuits—Controversial Literature—Con.
Other Title: Monita Secreta Societatis Jesu. English.
Other Title: Catholic Church Pope, 1846-1878 (Pius IX) Syllabus errorum (8 Dec. 1864) English.

Breve Historia De Los Jesuitas
A lo largo de la Cristiandad, el Protestantismo fue amenazado por formidables enemigos. Los primeros triunfos de la Reforma pasaron, Roma convocó nuevas fuerzas, esperando lograr su destrucción. Para este tiempo la orden de Jesuitas fue creado, el más cruel, sin escrupuloso, y mas poderosos de todos los campeones del catolicismo. Deslizados de lazos terrenales e intereses humanos, muertos a las demandas de afecto natural, razón y conciencia totalmente silenciadas, no conocían ninguna regla, ningún lazo, solamente las reglas de su orden, y el único deber es el de extender su poder. El evangelio de Cristo había permitido a sus adhesivos enfrentar el peligro y soportar el sufrimiento, sin consternación por el frío, hambre, trabajo, y pobreza, levantando el estandarte de verdad en la cara de la tortura, el calabozo, y la estaca. Para combatir estas fuerzas, Jesuismo le inspiró a sus seguidores un fanatismo que les permitió soportar peligros, y oponerse al poder de la verdad todas con todas las armas de decepción. No había ningún crimen demasiado grande para ellos cometer, ninguna decepción demasiada baja para ellos practicar, ningún fingimiento demasiado difícil para ellos asumir. Jurados a la pobreza y humildad perpetua, era su estudiado objetivo el asegurar riquezas y poder, el ser consagrado al derrocamiento de Protestantismo, y al re-establecimiento de la supremacía papal.
Mientras aparecían como los miembros de su orden, ellos llevaban un vestido de santidad, visitando prisiones y hospitales, atendiendo al enfermo y a los pobres, profesando el haber renunciado el mundo, y llevando el sagrado nombre de Jesús, quien fue haciendo el bien. Pero bajo este inocente exterior los propósitos más criminales y mortales eran a menudo disimulados. Era un principio fundamental del orden que el fin justificaba los medios. Mediante este código, el robo, el perjurio, el asesinato, no solamente eran perdonable pero recomendable, cuando ellos sirvieron los intereses de la iglesia.
Bajo los varios disfraces, los Jesuitas se introducieron en las oficinas de estado, logrando ser consejeros de reyes, y formando la política de naciones. Se convirtieron en sirvientes para espiar a sus amos. Ellos establecieron las universidades para los hijos de príncipes y nobles, y escuelas para los comunes; y los niños de padres protestantes eran arrastrados hacia la observancia de ritos papista. Toda la pompa exterior y despliegue del culto Romanismo fue presentado para confundir la mente, deslumbrar y cautivar la imaginación, y así la libertad por la cual los padres fundadores habían esforzado y sangrado fue traicionada por los hijos. Los Jesuitas se extendieron rápidamente sobre Europa, y a dondequiera que ellos fueron, allí siguió un reavivamiento de catolicismo.
Para darles mayor poder, una ley se emitió, restableciendo la inquisición. Incluso en los países católicos, a pesar del aborrecimiento general con que fue considerado, este terrible tribunal fue re-establecido por los gobernantes papistas, y atrocidades demasiado terribles para declarar se repitieron en sus calabozos confidenciales. En muchos países, miles y miles de los mas apreciados de las naciones, los más puro y más noble, los pastores más intelectuales y muy educados, píos y consagrados, ciudadanos industriales y patrióticos, escolares inteligentes, artistas talentosos, artesanos hábiles, fueron asesinados ó obligados a huir a otras tierras.
Tal era los medios que Roma había invocado para apagar la luz de la Reforma, para retirar a los hombres de la Biblia, y para restaurar la ignorancia y superstición de las Edades Oscuras. Pero bajo la bendición de Dios y las labores de hombres nobles quienes Él había levantado para seguir después de Luther, el Protestantismo no fue derrocado. Y no le debió su fuerza al favor de las armas de príncipes. Los países más pequeños, las naciones más humildes y menos poderosas, se volvieron sus fortalezas. Fue la pequeña Ginebra en medio de poderosos enemigos que trazaban su destrucción; fue Holanda en sus bancos de arena en el mar norteño, luchando en contra de la tiranía de España, entonces el más grande y más opulento de reinos,; fue la tenebrosa y estéril Suecia, que ganó las victorias para la Reforma.
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http://www.tagnet.org/llt/video.htm#VTHJ




Abraham Lincoln Concerniente A La Guerra Civil

El hombre no debe preocuparse de cuando él morirá, con tal que muera su puesto de honor y deber. Pero yo puedo agregar hoy, que yo tengo el presentimiento que Dios me llamará hacía Él, a través de la mano de un asesino. ¡Permita Su Voluntad sea hecha y que no se haga la mía!
Si yo estuviera luchando en contra de un Sur Protestante, como nación, no habría ningún peligro de asesinato. Las naciones que leyeron la Biblia lucharon valientemente en los campos de batalla, pero ellas no asesinan a sus enemigos. El papa y los Jesuitas, con su infernal Inquisición, son los únicos poderes organizados en el mundo que tiene como recurso la daga del asesino, para asesinar aquéllos quienes ellos no pueden conquistar con la espada o convencer con sus argumentos. "Desgraciadamente, yo siento mas y mas cada día, que no es en contra de los americanos del Sur, solamente, que yo estoy luchando, es más en contra del papa de Roma, sus pérfidos Jesuitas y sus ciegos y sangre-sedientos esclavos.
Mientras que ellos esperen conquistar el Norte, ellos no me mataran; pero el día que nosotros derrotamos sus ejércitos, capturemos sus ciudades y los obliguemos a someter, entonces, es mi impresión que los Jesuitas quienes son los principales gobernantes el Sur harán lo que ellos casi invariablemente han hecho en el pasado. La daga o la pistola hará lo que las fuertes manos de los guerreros no pudieron lograr.
Esta guerra civil no parece ser nada más que un asunto político para aquéllos que no ven, como yo hago, las secretas primaveras de ese drama terrible. Pero es más religioso que una guerra civil. Es Roma la que quiere gobernar y degradar el Norte, así como ha gobernado y ha degradado el Sur, desde el mismo día de su descubrimiento.
Hay solamente algunos de los líderes del sur que no están más o menos bajo la influencia de los Jesuitas, a través de sus esposas, relaciones familiares y sus amigos varios miembros de la familia de Jeff Davis pertenecen a la Iglesia de Roma.
Aun los Ministros Protestantes están bajo la influencia de los Jesuitas, sin sospecharlo. Para guardar su ascendiente en el Norte; como lo ha hecho en el Sur, Roma está haciendo aquí lo que ha hecho en México, y en todas las Repúblicas Americanas del Sur; ella está paralizando, por medio de la guerra civil, por los brazos de los soldados de libertad. Ella divide nuestra nación para debilitarla, dominarla y lo gobernarla.
Pero es muy cierto que si el pueblo americano pudieran aprender de lo que yo conozco, del odio feroz de los sacerdotes de Roma, en contra de nuestras instituciones, nuestras escuelas, nuestros más sagrados derechos, y nuestras amorosas y compradas libertades, ellos los ahuyentarían mañana de entre nosotros, o ellos los matarían como traidores.
La historia de estos últimos mil años nos dice que dondequiera que la Iglesia de Roma no sea una daga para herir el pecho de una nación libre, ella es una piedra a su cuello para paralizarla, y prevenir su adelanto de los caminos de civilización, ciencia, inteligencia, felicidad y libertad.
"Esta guerra nunca habría sido posible sin la influencia siniestra de los Jesuitas. Nosotros se lo debemos al papado, que ahora nosotros vemos nuestra tierra enrojecida con la sangre de sus hijos más nobles.
Aunque había grandes diferencias de opinión entre el Sur y el Norte sobre la pregunta de esclavitud, ni Jeff Davis, ni cualquiera de los lideres de la Confederación se habrían atrevido a atacar el Norte, sino fuese por haber confiado en las promesas de los Jesuitas, que, incluso bajo la máscara de la Democracia, el dinero y las armas de los Católico Romanos, aún las armas de Francia estaban a su disposición, si ellos nos atacaban. Yo tengo lástima de a los sacerdotes, los obispos y monjes de Roma en los Estados Unidos, cuando el pueblo comprenda que ellos son, en gran parte, responsables por las lágrimas y el derramamiento de la sangre en esta guerra.
Yo oculto del conocimiento de la nación, lo que yo sé, sobre este tópico, por que si el pueblo supieran toda la verdad, esta guerra se convertiría en una guerra religiosa, y en seguida, tomaría un carácter más salvaje y sangriento. Se pondría implacable como todas las guerras religiosas lo son. Se volvería una guerra de exterminación de ambos lados.
Los protestantes del Norte y el Sur ciertamente se unirían para exterminar a los sacerdotes y a los Jesuitas, si ellos pudieran oír lo que el Profesor Morse me ha dicho de las conspiraciones hechas en la misma ciudad de Roma para destruir a esta República, y si ellos pudieran saber cómo los sacerdotes, las monjas, y los monjes que llegan diariamente a nuestras orillas, bajo el pretexto de predicar su religión, que instruyen a las personas en sus escuelas, cuidando de enfermos en los hospitales, son nada más que emisarios del Papa, de Napoleón, y los otros déspotas de Europa, para socavar nuestras instituciones, para apartar los corazones de nuestro pueblo de nuestra constitución, y nuestras leyes, destruir nuestras escuelas, y preparar un reino de anarquía aquí como lo han hecho en Irlanda, en México, en España, y dondequiera que hayan personas que quieran ser libres."
¿No es una absurdidad el dar a un hombre una cosa que él jura odiar, maldice, y destruye? ¿Y a caso la Iglesia de Roma no odia, maldición y destruye la libertad de conciencia cuando ella puede hacerlo cuidadosamente? Yo estoy a favor de la libertad de conciencia en su sentido más noble, más ancho, más alto. ¡Pero yo no puedo dar libertad de conciencia al Papa y a sus seguidores, los Papistas, mientras me digan, a través de todos sus concilios, teólogos, y sus leyes, que su conciencia les ordena quemar a mi esposa, estrangular a mis niños, y cortar mi garganta cuando ellos encuentren su oportunidad! Esto no parece ser entendido por las personas de hoy. Pero tarde o temprano, la luz de sentido común lo hará claro a cada uno que no se le puede concederse libertad de conciencia a hombres que han jurado a obedecer al Papa, quien pretende tener el derecho para imponer la muerte sobre aquéllos que difieren de él en la religión."
Abraham Lincoln


EL LINCHAMIENTO DE LOS CONSPIRADORES CONVICTOS
DEL ASESINATO DE LINCOLN
July 7, 1865, at 1:26 P.M.

Desde la izquierda, despues de Mary Surratt, guindando están los cuerpos de Lewis Paine, David Herold, y George Atzerodt. Cuatro católicos, dos de ellos dicen ser Sacerdotes Jesuitas.
¿ESTABA LA IGLESIA CATOLICA ROMANA Y LOS JESUITAS ENVUELTOS EN EL ASESINATO DE LINCOLN'S?
En 1886 un ex-sacerdote por el nombre de Charles Chiniquy (dibujo a la izquierda) escribió un libro tituló Cincuenta Años en la Iglesia de Roma que escribió sobre el asesinato de Lincoln como una gran conspiración católica.
Chiniquy mantuvo que Jefferson Davis había ofrecido $1,000,000 si alguien matara al autor del derramamiento de sangre." Chiniquy escribió que el dinero pudiera ofrecerse, pero que "... los Jesuitas solamente podrían seleccionar a los asesinos, entrenarlos, y podría mostrarles una corona de gloria en el cielo... " Booth fue la herramienta de los Jesuitas. Él fue corrompido y dirigió por el Vaticano. En 1906 Chiniquy dijo que el "Presidente, Abraham Lincoln, fue asesinado por los sacerdotes y los Jesuitas de Roma." En 1856 Lincoln defendió Chiniquy en la corte. Chiniquy había reñido con su obispo y entonces fue demandado de calumnia por uno de los amigos del obispo (el obispo no tuvo envuelto con la queja). Cargos morales también estaban envueltos. El caso se oyó 20-22 de mayo de 1856, en Urbana, Illinois.
Lincoln organizo el llegar a un arreglo, pero Chiniquy interpretó el pago como una victoria sobre la iglesia. Él sentía que algunos Jesuitas culpaban a Lincoln responsable por el pago. En 1897 Thomas M. Harris, un miembro de la comisión militar 1865, escribió un libro, titulado la Responsabilidad de Roma por el Asesinato de Abraham Lincoln. Otros libros que involucran la Iglesia Católica Romana por Asesinato de Lincoln incluyen La Verdad Suprimida sobre el Asesinato de Abraham Lincoln por Burke McCarty (1924). La primera frase de McCarty fue, "En toda la historia sangrienta del Papado, quizás en ningún otro hombre, como Abraham Lincoln, se ha concentró una multitud de razones por su aniquilación por medio ese sistema."
Una investigación en el Asesinato de Abraham Lincoln por Emmett McLoughlin se publicó en 1963. Entre otros puntos, McLoughlin mantuvo que la mayoría de Católicos americanos estaban a favor de la esclavitud y opuesto a Lincoln. El autor dijo que el Papado totalitario consideró a Lincoln un mayor enemigo, y que la Iglesia durante siglos había estado envuelta en numerosos casos en que derrotaba a la fuerte cabezas de estado que había condenado."

CARTA PASTORAL APOSTOLICA
YO, CRISOSTOMOS MANSSA MATANOS SALAMA; por la misericordia de Dios, Arzobispo de la Santa Iglesia Sirian Ortodoxa de Antioquia de la Arquidiócesis, de la delegaci6n patriarcal en Brasil calle Comendador # HNA Salomao N074-Belo Horizonte-MG Brasil.
Promulgamos y Decretamos, en esta Carta Pastoral, en el sentido de convocar a los Señores Arzobispos, Obispos, Padres, Diáconos o delegados de las diversas comunidades Ortodoxas del Brasil para un Sínodo Extraordinario en la fecha que se marcará sobre el documento Romano, del Santo Padre Papa Juan Pablo II, Sucesor Del Apóstol Pedro con el titulo Dies Dominiqui (Día Domingo); que enaltece el, Domingo Como Verdadero Día Del Señor en virtud de la Resurrección de CRISTO, como el evento glorioso que se da en el Primer Día de la Semana con muchas apariciones en el nuevo testamento; donde el señor de la vida, dio un gran significado como el mas grande del mundo, de todos los que se conoce en toda una trayectoria histórica: El Domingo (Kiriake Hermera). En este Santo sínodo, será discutido claramente por la Confederación del Sínodo de la Católica Apostólica Ortodoxa, en occidente, con la presencia de Patriarcas Superiores de las Santas Iglesias Orientales, sin faltar nuestros Patriarca su Excelencia Don Elías IV y representantes del Patriarcado de Pinen de Russia, y autoridades de Iglesia Católica Apostólica y Romana, a través de la Nunciatura Apostólica de la CNOB (Conferencia Nacional de Obispos de Brasil).
I - Que no podemos tolerar el que guarden ningún otro día por cualquier religión sin el pleno consentimiento de el Santo Padre o Papa, una vez que los escritores católicos dan ejemplo en Mateo, Marcos, Lucas y Juan; que no mencionan otro día, sino el Día Del Señor o Domingo; único día de la Resurrección de Cristo. Por eso no podemos aceptar otro evangelio. (Gálatas 1:6-9).
2- Que no podemos tolerar cualquier doctrina o creencia que imponga otro día, para guardar como dice la Biblia o la santa tradición en la Liturgia (Isaías 1:13,14).
3- Que no podemos tolerar Judíos o Sabatistas y Adventistas, u otras sectas que no observan el Día Del Señor, o Domingo, y que procuran educar la mente de los pueblos con grandes desviaciones teológicas contra la moral o las buenas costumbres enseñadas por las ricas tradiciones de la Santa Iglesia.
4- Que no podemos tolerar, aquellos que tratan de evitar los preceptos determinados, por el Santo Padre o Papa, con respecto al Día de la Resurrección Del Señor o Domingo.
5- Que no podemos tolerar, argumentaciones con textos Bíblicos que no vengan explicados por el vivo Magisterio de la Iglesia Católica Apostólica Y Romana, que dominara al mundo en cumplimiento de la palabra de Dios a partir del Génesis hasta el Apocalipsis.
6- Que no podemos tolerar, cualquier observador de otros días a no ser el Santo Domingo o Principal Día De La Resurrección del Etemo Dios Encarnado y en virtud de eso seremos obligados a cumplir lo prescrito en los oráculos divinos impuestos por la Iglesia Católica Apostólica y Romana.
7- Que no toleraremos a los transgresores del Día Del Señor o Domingo, en este caso se harán responsables de cargos judiciales ante los tribunales de Justicia para reprender y acortar la libre selección de conciencia de los desobedientes y desordenados, alborotadores a las leyes impuestas por Roma, por la supremacía del Papa, defensor de las leyes divinas, y que serán por él juzgados y no podrán ser juzgados por nadie mas.
8- Que no toleraremos a los transgresores, y que pediremos a través de los Estados Unidos, (O.N.U.) un severísimo castigo para los desobedientes que vienen desde 1844, arrebatando para su redil a nuestro Pueblo Católico, que ignorante de los intereses sucios, de esos transgresores; me erizo de la ley que se va infiltrando en esa mística Milerita Sabatista sin vergüenza, que procura contradecir al Santo Padre o Papa, con sus doctrinas, espurias de guardar el sábado y la Inmortalidad del alma, los dos pilares principales de sus diferentes herejías que pone una contienda en el mundo.

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